jueves, 13 de diciembre de 2012

Érase un moco a una nariz pegado

Tengo un moco enorme pegado a los pelos de la nariz. He estado tres horas intentando sacarlo. Me he hecho sangre. Me he agrandado el agujero de tanto probar. Pero no hay nada tan horrible, nada, como tirar de él y arrancarte, según mueves la mano, uno a uno, absolutamente todos

los

pelos

de ahí dentro.

Eso duele hasta en el alma.





Pepa la Grande

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